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PROBABILÍSTICA Y LAS 
FORMAS
DE TRANSICIÓN INEXISTENTES
      por DAVID J. 
RODABAUGH, Ph. D.
      
Se documenta 
fácilmente con los escritos de los mismos evolucionistas que no existe evidencia 
fósil de formas de transición. El propósito de este artículo es calcular la 
probabilidad de este fenómeno si se asume que tuvo lugar una evolución por medio 
de micromutaciones. La conclusión es que las formas de transición nunca han 
existido.
      
      INTRODUCCIÓN
       
Por «evolución» se significa la
teoría de evolución «desde las moléculas al
hombre». El término «forma de
transición» se utiliza de aquellas supuestas formas que
hubieran sido a la vez intermedias y antecesoras. El que tales formas
están virtualmente ausentes del registro fósil (tal como
se ha descubierto) ha sido admitido por George G. Simpson, que
afirmó:
      «...las secuencias 
continuas de transición no es que sean raras solamente, sino que son 
virtualmente inexistentes... Su ausencia es tan universal que no se puede 
atribuir, apresuradamente, de una manera total a la casualidad, y sí que exige 
algún intento de explicación, como la mayor parte de los paleontólogos 
sienten.»  
       
      Y Simpson ha 
admitido que en ningún lugar existe ni trazas de un fósil que cierre la 
discontinuidad entre el caballo y cualquier presumible antecesor, y además ha 
afirmado:
      «Esto es cierto de 
todos los treinta y dos órdenes de mamíferos. ...Los miembros más tempranos y 
primitivos conocidos de cada orden ya presentan todas sus características 
ordinales básicas y en ningún caso existe ninguna secuencia conocida 
aproximadamente continua de uno a otro. En muchos casos la discontinuidad es tan 
brusca y tan grande que el origen del orden es especulativo y muy discutido.»  
       
      Además, D. M. 
Raup y S. M. Stanley afirmaron, en 1971:
      «Desafortunadamente, el origen de la mayor parte de las categorías 
altas está cubierto de misterio; generalmente las nuevas categorías altas 
aparecen bruscamente en el registro fósil sin evidencia de formas de 
transición.»
  
       
      Que la 
ausencia de formas de transición en el registro fósil, por todo lo que se conoce 
del mismo, no se pueda atribuir enteramente a la casualidad lo admite Simpson 
decididamente en la primera cita. Este artículo demostrará una afirmación aún 
más rotunda utilizando ideas bien conocidas de la probabilística. La 
consecuencia es que nunca existieron tales formas de transición.
      El lector debe 
entonces concluir o bien que el evolucionismo tuvo lugar por medio de 
macromutaciones (el concepto de «hopeful monster» o «monstruo viable») o bien 
que el evolucionismo es falso. Los evolucionistas han rechazado, por lo general, 
la idea del «monstruo viable» porque ni siquiera ellos pueden imaginarse cómo 
podría suceder una cosa así. En tanto que se han observado micromutaciones, no 
se ha observado ninguna macromutación que no destruyera al organismo. Por ello 
la macromutación no constituye ninguna explicación.
      
      1. 
Distribuciones
      La situación 
básica es la siguiente: Supongamos que existe una probabilidad de p de 
que cuando se descubra un fósil éste sea de transición. Supongamos también que 
se descubren n fósiles y que k de ellos son de transición. Se 
pueden plantear dos cuestiones. Primero, ¿cuál es la probabilidad de este 
suceso? Segundo, ¿cuál es la probabilidad dados n, p y k, de que m 
de los fósiles sean de transición para m  ≤ k?
      Estas 
cuestiones se pueden formalizar con ayuda de algunas notaciones.
      Definiciones: Definamos P(n, p, x 
= k) como la probabilidad de que haya exactamente k 
consecuciones en n intentos en los que cada consecución tiene una 
probabilidad p. Definamos P(n, p, x ≤ k) como la 
probabilidad de k o menos consecuciones en n intentos en los que 
cada consecución tiene una probabilidad p.
      Las dos 
cuestiones anteriores se reducen a los problemas de calcular P(n, p, x = k) 
y P(n, p, x ≤ k). Si x ≤ k, entonces x = 0, ó x = 1 ó ... ó x = k. De 
ello sigue lo siguiente:
                                 
 
                                                 
(1)
       Para ilustrar 
lo anterior, consideremos el sencillo problema de echar una moneda a cara o 
cruz. Para cada intento, la probabilidad de que caiga de cara es 1/2. La 
probabilidad de tirar tres veces una moneda y conseguir cara las tres veces es 
de (1/2)3, o 1/8. Esto es, P(3, 1/2, x = 3) = 1/8 en esta situación. 
No obstante, siempre sucede que si se echa una moneda al aire tres veces, no 
puede dar cara más que tres veces como máximo. Esto es, P(3, 1/2, x ≤ 3) = 
1.
      La situación 
descrita anteriormente es la del Ensayo de Bernouilli. Se define de la 
manera siguiente: Si la probabilidad de éxito es la misma para cada uno de 
los n intentos, se dice que los intentos son independientes. Los intentos 
repetidos que cumplen estas condiciones reciben el nombre de Ensayos de 
Bernouilli.  
      La 
probabilidad de exactamente k consecuciones en n intentos 
independientes de este tipo es de  :
                                 
 
                                                           
(2)
      
donde
                          

      Debido al 
hecho de que el lado derecho de la ecuación procede de la expansión binomial de 
(p + q)n, la distribución determinada por la ecuación (2) recibe el 
nombre de distribución binómica.  
      La sustitución 
de la ecuación (2) en la ecuación (1) nos da
                                 
 
                                                    
(3)
      Consideremos 
ahora el problema de la probabilidad de que el siguiente fósil descubierto fuera 
transicional.
      Sea t 
el número de formas transicionales (con respecto a unas ciertas características 
o en general), y sea N el número de organismos que no son transicionales. 
Por ejemplo, si la característica bajo estudio es la de ser un ave, entonces 
N es el número de aves y t es el numero de organismos de 
transición (poseyendo alas parciales). La probabilidad de que el primer fósil 
sea transicional es
                                 
 
                                                                                    
(4)
      Naturalmente, 
no existe ninguna razón por la cual una forma de transición no vaya a ser 
fosilizada menos que una forma no de transición.
      Habiendo 
extraído el primer fósil, la probabilidad de que el segundo fósil sea de 
transición es
                                 
  
 
                                             
(5)
      dependiendo de si 
la primera era de transición o no.
      Este es, 
técnicamente, el problema de muestrear sin reemplazar, y la distribución 
binómica no representa exactamente las probabilidades, ya que p 1 
 
p2 
  p3 ... 
 
 pn.
      Un ejemplo nos 
podrá ser de utilidad. Supongamos una bolsa conteniendo 30 bolas idénticas 
excepto por el color. Supongamos además que 10 bolas son de color negro y que 20 
son blancas. La probabilidad de extraer una bola negra al primer intento es de 
10/30, o de 1/3. Esta es la situación representada por la distribución 
binómica.
      No obstante, 
si no se reintroduce la primera bola extraída, entonces la probabilidad de que 
la segunda bola sea negra ya no es 1/3, es 9/29 si la primera hubiera sido negra 
y 10/29 si hubiera sido blanca. La distribución hipergeométrica representa esta 
situación.
      No obstante, 
cuando el número total es muy grande, aunque el muestreo sea sin 
reemplazamiento, se puede utilizar la distribución binómica como aproximación.  En el estudio de los 
hallazgos fósiles el número total de organismos N + t está por lo 
menos en el orden de los miles de millones, por lo que la distribución binómica 
representada por la ecuación (2) y por la ecuación (3) es una aproximación 
excelente.
      Otra 
distribución útil en este tipo de problema es la distribución de probabilidad de 
Poisson definida por 
                           
                                                                              
(6)
      Cuando 
p es pequeño y n es grande la función de Poisson se aproxima a la 
binómica. En este caso tenemos l  = np y 
                                 
 
                                                          
(7) 
      (Se utiliza la 
notación ≈ para indicar aproximación.)
      Sustituyendo 
(7) en (1) obtenemos
                                 
 
                                                   
(8)
      
2. Algunos 
valores razonables para n y p
      El resto de 
este artículo trata de la aplicación de las distribuciones binómica y de Poisson 
para hallar P(n, p, x = k) y P(n, p, x ≤ k) donde n 
es el número de fósiles descubiertos, p es la relación t/t + EN 
que es la probabilidad de hallar una forma de transición, y k es el 
número de formas de transición descubiertas.
      (Recordamos al 
lector que, en este artículo, forma de transición significa a la vez intermedia 
y antecesora).
      Es bastante 
difícil conseguir información fiable sobre el número total de fósiles 
descubiertos o incluso del número total en categorías particulares:
      No obstante, 
Pierce Brodkorb afirma que existen 1.760 especies de aves fósiles.  Aceptando un promedio de 
seis fósiles por especie, ello implica unos 10.000 fósiles de aves, todos los 
cuales son completamente alados y poseen plumas. Pero hasta el presente no se ha 
hallado un solo fósil con alas solamente parcialmente desarrolladas. Así, para 
una característica muy especial (no poseída por muchos organismos), 10.000 es 
una cifra muy moderada para n.
      En realidad, 
para la propiedad del vuelo queda justificada una cifra mucho más grande. Ello 
se debe a que existen muchos insectos voladores, así como quirópteros y reptiles 
voladores.
      Otras 
características dignas de investigación son los ojos, pulmones, reproducción 
sexual, etc. Además, existe el problema de la evidencia, que se admite no 
existe, de formas de transición entre cada uno de los 32 órdenes de mamíferos y 
sus supuestos antecesores, mencionado ello por Simpson.
      Así, es más 
razonable suponer n = 100.000 ó n = 1000.000.
      En este 
articulo se calculan las probabilidades para n = 10.000, n = 
100.000 y n = 1.000.000. En realidad hay suficiente justificación para utilizar 
valores mayores, pero, como verá el lector, la situación resultante del examen 
de estas cifras es suficiente para echar por tierra toda posible credibilidad de 
las afirmaciones evolucionistas con respecto al registro fósil.
      ¿Cuál será el 
valor razonable de p? La teoría estándar de la evolución es que las 
micromutaciones (pequeños cambios) dan razón de toda la variación observable. 
Así, el número de especies de transición tiene que ser realmente 
grande.
      En realidad, 
para poder dar cuenta de la aparición de las aves por medio del supuesto proceso 
de micromutaciones se precisaría postular un vasto número de especies que fuesen 
a la vez intermedias y antecesoras. Además, cada especie debe ser razonablemente 
viable a fin de dar el tiempo suficiente a que dé origen a algún descendiente 
«evolucionado». Por lo tanto, sería de esperar que, basándonos solamente en 
la teoría evolucionista, p ≥ 0,9.
      No obstante, 
los cálculos aquí expuestos se basarán en cifras mucho más favorables para los 
evolucionistas. Se calculará la función P(n, p, x ≤ k) para 
p = 0,5; 0,1; 0,01. Se recuerda al lector que p = 0,01 implica que 
solamente hubiera existido un organismo de transición por cada 99 
organismos no transicionales –cosa totalmente contraria a las predicciones 
basadas en el modelo evolucionista. Pero incluso esto, como se verá, conduce a 
quebraderos de cabeza para los evolucionistas.
      Antes de 
finalizar esta sección, se debería comentar sobre los valores de k. A 
pesar de que no se han hallado formas de transición hasta el 
presente, se calcularán las probabilidades en base de k = 0, 5 y 
10.
      Para 
sumarizar, P(n, p, x ≤ k) se calculará para n = 10.000; 100.000; 
1.000.000; p = 0,5; 0,1; 0,01; k = 0; 5; 10. También se 
calculará P(n, p, x = k) en algunos casos.
 
      3. 
Dificultades de cálculo
      Se puede 
utilizar una computadora moderna digital de alta velocidad (como IBM 360 ó IBM 
370) para trabajar con números distintos de cero y con valores absolutos dentro 
del margen
                                 
16–64 ≤ x ≤ 
1663                                
                                             
(9)
      El campo de un 
calculador electrónico Hewlett-Packard (así como el de otros) es
                                 
10–99 ≤ x < 
10100                                                                         
(10)
      Este campo es 
suficiente para la mayor parte de propósitos. No obstante, lo que sigue se puede 
verificar rápidamente utilizando logaritmos (todos los que se utilizan en este 
artículo son de base 10):
                                 
p(10.000, 0.5, x = 10) = 10–2976,862                                              
(11)
      Si todo lo que 
se deseara fuese P(n, p, x = k), se podrían calcular fácilmente 
las ecuaciones (7) y (2) utilizando logaritmos.
      Desafortunadamente, tanto para k = 5 y k = 10 es 
necesario calcular las ecuaciones (3) y (8), cada una de las cuales es una suma 
de términos demasiado pequeños para poderlos representar en cualquier 
computadora o calculadora conocida. El problema consiste en evaluar la 
suma
                                 
 
                                                                                  
(12)
      en la que 
algunos, o quizá todos, de los términos Tx no son representables ni en la 
calculadora ni en la computadora. Se puede entonces reescribir la ecuación (12) 
como
                                 
 
                                                                             
(13)
      Entonces, sin 
importar cual sea el valor de S, se puede hallar una a con la que
                                 
 
                                                                            
(14)
      sea representable 
en la máquina. El valor de log S se puede entonces hallar de la siguiente 
manera:
                                 
log S = log B – log
a                                                                 
(15)
      ya que aS = 
B.
      Además, el 
logaritmo de cada término aTx puede calcularse utilizando logaritmos, y se puede 
convertir al valor aTx antes de añadirse a las sumas parciales de B.
      El proceso 
anterior fue empleado en una calculadora Hewlett-Packard 25 programable a fin de 
obtener los valores que se muestran en la siguiente sección.
       
      4. 
Aplicaciones
      En esta 
sección se tabulan los valores P(n, p, x ≤ k) en base de los valores indicados 
en la sección 2. Estos resultados son tan pequeños que es necesario dar tan solo 
los logaritmos en las tablas.
      Aunque la 
distribución de Poisson es tan solo una aproximación, los valores basados en 
ella se muestran en la tabla 2.
      El lector 
descubrirá que cuando p = 0,01 los valores de las dos tablas difieren muy 
poco.
      Se recordará 
que cuando el logaritmo es, por ejemplo, –4557,60, el número es 
10–4557,60, alrededor de 2,5 x 10–4558. En este caso 1a 
probabilidad vendría indicada por un número decimal con 4.557 ceros después de 
la coma decimal, y después un dos. Desde luego, éste es un número lo suficiente 
pequeño como para convencer a cualquiera.
       
      5. 
Conclusiones
      Emil Borel, el 
famoso matemático, dijo:
      «Podemos entonces 
ser guiados a tomar 10
–50 como el valor de probabilidades 
despreciables a escala cósmica. Cuando la probabilidad de un suceso está por 
debajo de este límite, se puede esperar con toda certeza que lo que ocurrirá 
será el suceso opuesto, cualquiera que sea el número de ocasiones que se 
presenten en el universo entero.»
  
       
      En otro libro 
afirmó: «Los sucesos cuya probabilidad es muy pequeña nunca tienen lugar.»  
      Sea E 
el suceso descrito como sigue: Supongamos que se descubren n fósiles, 
y que no más de k son de transición (o sea, k o una cantidad 
inferior). Supongamos además que el número de formas de transición dividido por 
el número total de organismos es p.
      Ahora, la 
probabilidad de E, denotada por π(E) viene dada por
                                 
π(E) = P(n, p, x ≤
k)                                                                    
(16)
      Hasta la 
fecha, el valor es k = 0. O sea, no existen criaturas parcialmente aladas, 
etc. No obstante, para seguir la discusión, hagamos que k = 5 ó k = 
10.
      Una 
consecuencia de las dos tablas y de las afirmaciones de Borel es que E no 
puede tener lugar.
      De hecho, si 
n = 10.000, entonces
                                 
Log P(10.000, 0.5, x = 1.000) =
–1040,11                                 
(17)
      ahora,
                                 

                           
(1.000) p(10.000, 0,5, x =
1000)                                                
(18)
      
Así,
                           
Log p(10.000, 0,5, x ≤ 1000) 
<  Log(1.000) + Log 
P(10.000, 0,5, x = 1.000) =
      
                           
3 – 10 40,11 = –1037,11
                                                         
(19)
      
Ni siquiera 
este suceso es posible. Uno es llevado pues a la conclusión inevitable de que, 
si hubo formas de transición, fueron extremadamente escasas. Por lo tanto, una 
de dos, o el mundo biológico actual vino a ser como es por macromutaciones 
(«monstruos viables»), o por creación especifica.
      Ya que el 
concepto de «monstruo viable» es rechazado por casi todos los evolucionistas, la 
mente sin prejuicios tiene que llegar a la conclusión de que la creación 
específica es el único modelo que concuerda con los hechos. 
      Otra 
observación que se debe hacer es que las cifras presentadas en este artículo 
hacen que las cifras en un artículo reciente sean demasiado amables con los 
evolucionistas.13 Las probabilidades P(n, p, x ≤ k) 
deberían tomar el lugar de P(G/E) en aquel artículo.
      
      TABLAS 
      
      TABLA 1. Log P(n, p, x ≤ k) 
basada en DISTRIBUCIÓN BINÓMICA
       
      
| 
 P  | 
 n = 10.000  | 
 n = 100.000  | 
 n = 
1.000.000  | 
| 
 0,5  | 
 –3010,30  | 
 –30103,00  | 
 –301030,00  | 
| 
 k 
= 0         0,1  | 
 –457,57  | 
 –4575,75  | 
 –45757,49  | 
| 
 0,01  | 
 –43,65  | 
 –436,48  | 
 –4364,81  | 
| 
 0,5  | 
 –2992,38  | 
 –30080,08  | 
 –301002,07  | 
| 
 k 
= 5         0,1  | 
 ––444,42  | 
 –4557,60  | 
 –45734,34  | 
| 
 0,01  | 
 –35,68  | 
 –423,54  | 
 –4346,86  | 
| 
 0,5  | 
 –2976,86  | 
 –30059,56  | 
 –300976,56  | 
| 
 k 
= 10         0,1  | 
 –433,68  | 
 –4541,85  | 
 –45713,59  | 
| 
 0,01  | 
 –30,12  | 
 –412,99  | 
 –4331,32  | 
      
       
      
TABLA 2. Log P(n, p, x ≤ k) 
basada en la DISTRIBUCIÓN DE POISSON
      
| 
 P  | 
 n = 10.000  | 
 n = 100.000  | 
 n = 1.000.000  | 
| 
 0,5  | 
 –2172,47  | 
 –21714,72  | 
 –217147,24  | 
| 
 k 
= 0         0,1  | 
 –434,29  | 
 –4342,94  | 
 –43429,45  | 
| 
 0,01  | 
 –43,43  | 
 –434,29  | 
 –4342,94  | 
| 
 0,5  | 
 –2155,06  | 
 –21693,31  | 
 –217120,83  | 
| 
 k 
= 5         0,1  | 
 –421,37  | 
 –4325,02  | 
 –43406,53  | 
| 
 0,01  | 
 –35,49  | 
 –421,37  | 
 –4325,02  | 
| 
 0,5  | 
 –2141,04  | 
 –21674,29  | 
 –217086,81  | 
| 
 k 
= 10         0,1  | 
 –410,85  | 
 –4309,50  | 
 –43386,01  | 
| 
 0,01  | 
 –29,94  | 
 –410,85  | 
 –4309,50  |